Esta historia, “La Retornada”, al estar escrita en primera persona, se siente más como confidencia que como simple ficción. Es evidente que la autora utiliza esta treta para hacer que su narradora y, a la vez, personaje principal, parezca que le está contando su historia al lector en intimidad, también ficticia.
El texto rezuma realismo. El tema central es el sentimiento de una niña que, habiendo sido adoptada de bebé, le es devuelta a su familia de sangre. Pasar abruptamente de una vida acomodada en la ciudad a la estrechez de una familia de muchos hijos, carente de calidez y de delicadeza, además de doloroso, le parece injusto. Estando ya en edad de comprender, si se lo hubieran explicado, el daño hubiera sido menor. De esta manera, se siente como una maleta de viaje.
Suenan auténticas todas las secuencias del relato y la ambientación. Además, al no haber narrador externo, ninguno de los personajes se sale del lenguaje que le es propio, lo que no es logro pequeño. Las pinceladas de costumbrismo a propósito de la región de los Abruzos, la enriquecen. De no ser así, esta historia hubiera sido una simple crónica de algo que ha pasado. Ahora bien, a personajes cruciales como la protagonista y sus padres, no se les da nombre. ¿A qué juega la autora? ¿Acaso ha pretendido crear arquetipos, tanto de la niña retornada como de unos padres de familia indigentes y con abultada familia a su cargo?
Esta historia, “La Retornada”, al estar escrita en primera persona, se siente más como confidencia que como simple ficción. Es evidente que la autora utiliza esta treta para hacer que su narradora y, a la vez, personaje principal, parezca que le está contando su historia al lector en intimidad, también ficticia.
ResponderEliminarEl texto rezuma realismo. El tema central es el sentimiento de una niña que, habiendo sido adoptada de bebé, le es devuelta a su familia de sangre. Pasar abruptamente de una vida acomodada en la ciudad a la estrechez de una familia de muchos hijos, carente de calidez y de delicadeza, además de doloroso, le parece injusto. Estando ya en edad de comprender, si se lo hubieran explicado, el daño hubiera sido menor. De esta manera, se siente como una maleta de viaje.
Suenan auténticas todas las secuencias del relato y la ambientación. Además, al no haber narrador externo, ninguno de los personajes se sale del lenguaje que le es propio, lo que no es logro pequeño. Las pinceladas de costumbrismo a propósito de la región de los Abruzos, la enriquecen. De no ser así, esta historia hubiera sido una simple crónica de algo que ha pasado. Ahora bien, a personajes cruciales como la protagonista y sus padres, no se les da nombre. ¿A qué juega la autora? ¿Acaso ha pretendido crear arquetipos, tanto de la niña retornada como de unos padres de familia indigentes y con abultada familia a su cargo?
J. Manuel León.
23-X-2024