miércoles, 15 de diciembre de 2021

Donde se alzan los tronos de Ángeles Caso

 Se abre página para comentarios:





5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Yo definiría la obra leída de Ángeles Caso como parodia sin humor. Legítimo es escribir sobre los hechos del pasado cargando las tintas de la crítica objetiva. También, ridiculizarlos y convertirlos en pasatiempo festivo. Esto último se hace incluso de uno mismo. Pero este no es le caso de nuestro libro. Sabiendo de quien viene, su intención, la de la autora, está clara: contribuir a la demolición de nuestra monarquía. Para que se entienda bien, el libro no es solo una novela histórica; es un panfleto, por más que se esfuerce la señora Caso en hacerlo pasar por únicamente novela.

    En la Europa actual perviven siete monarquías, todas estables, excepto la nuestra, Sus monarcas son símbolo de cohesión y cumplen con el cometido de ser el sello que sanciona las leyes que aprueba el parlamento y los decretos del poder. El sello, que sepa yo, no asume responsabilidades. El país funcionará, tanto si el rey nos gusta o no, si su inteligencia es preclara o es un torpe. Además, El rey, como la bandera, como el territorio, nos pertenece a todos.

    Un presidente electo detenta y ejerce poderes, a veces con exceso. De hecho, interviene en las decisiones del ejecutivo desde su posición partidista. Lo más peligroso es que albergue el pensamiento de perpetuarse en el poder y recurra para ello a todos los medios a su alcance, legales e ilegales.
    La monarquía que ridiculiza el libro, para nosotros es ajena por remota. Por el contrario, los Pinochets, los Castros, los Maduro… ahí siguen. En el caso de España, país de veleidades y personalismos, cabe temer que nos ocurriera algo parecido, de convertirnos en república. Qué es difícil, sí, pero posible.

    Por lo demás, este libro, para quien conoce la historia, es previsible de cabo a rabo. La forma en la que está escrito, perfectamente adocenada. Avanza desde el principio a modo de pisonadora gobernada por alguien con un claro designio, “machicar” todo lo que le vaya saliendo al paso.

    Esta es mi opinión y, como hace la autora, la manifiesto libremente.

    J. Manuel León.
    14-XII.2021

    ResponderEliminar
  3. Comentario de Juan Padilla

    DONDE SE ALZAN LOS TRONOS de Ángeles Caso
    A pesar de sus antecedentes, esta nueva obra de la autora no deja de sorprender. Su historial sobre temas históricos es abundante y justifica que Ángeles Caso discurra por los pasillos de la Historia con tanta seguridad como brillantez. Ensayos, biografías, semblanzas hacen desfilar ante el lector épocas y personajes que reviven gracias a su pluma: Gauguin, la emperatriz Elizabeth, Verdi, Napoleón…

    DOND SE ALZAN LOS TRONOS es una novela. Así lo anuncia su autora, pero, como en aquella antigua farsa italiana en que aparecen los personajes conocidos: Colombina, Arlequín, Polichinela, y todos los demás, se servirá de personajes de resonancias históricas, haciendo difícil disociarlos de sus aventuras. Y es que los personajes, aún los imaginados, son siempre prisioneros de sus hazañas.

    Y esto es lo que ocurre con el relato de la escritora: Versalles, el Rey Sol, sus amantes, el caballero de la Tremoille, los Orsini, toda aquella pléyade de personajes continúan deslumbrando al lector interesado, a los que parece encandilar, sin percatarse de que han sido despojado por ella de parte de su perfil histórico. Ya lo adelanta en su prólogo, o tal vez lo podía haber hecho, lo que ella nos cuenta aquí no es lo que sucedió, pero sí pudo haber sucedido como ella lo cuenta. Y se acepta porque sabe insuflar vida a cada uno de sus personajes, que continúan vivos, con sus mismas pasiones, esclavos de sus mismas ambiciones: Luis XIV, el todopoderoso, la Princesa de los Ursinos, la componedora en la corte española, Madame de Maintenon y su prodigiosa historia, nacida en una prisión donde yacen sus padres, viuda de Scarron, el poeta de figura tortuosa y, al final, esposa morganática de Luis XIV. Un lugar que bien pudiera ser conocido como la Corte de los Milagros.

    María Ana de La Trémoille, Princesa de los Ursinos, será el personaje elegido en esta ocasión como protagonista de la historia que se nos va a narrar. Nos encontraremos con una guerra de sucesión por el trono de España, que enfrentará media Europa contra la otra mitad. Un tiempo convulso durante el cual la Princesa de los Ursinos empleará todos sus encantos de fémina y su inteligencia innegable para alcanzar sus fines…

    Pero esta historia, como todas las de intriga (aunque en muchas ocasiones se sobrepasen los límites de la verdad histórica), servirá para encender la imaginación más entregada. Hay un final sorprendente que no puede ser adelantado al lector poco interesado, como ya es tradición en la literatura de suspense .Este solo queda reservado para el lector más osado.

    ResponderEliminar
  4. "Donde se alzan los tronos" es una novela amena, entretenida, de agradable lectura. Aunque no acabo de encontrarle una unidad de criterio en su estructura. Es decir, no acabo de saber si la autora quiere contar la historia de la guerra europea que se libró a principios del XVIII por la disputa del trono en España; o evidenciar la futilidad de los reyes absolutistas, erigidos por la gracia de dios y de la genética, y su evanescencia cortesana; o exaltar al personaje histórico de la princesa de los Ursinos.

    Pero aparte de la crítica literaria de la obra, lo que me interesa más es su condición de novela histórica. En ese sentido, la veo un poco tramposa. Por definición, es novela histórica la obra de ficción que recrea un período histórico en la que forman parte de la acción personajes y hechos históricos. Pero se da el caso que aquí no hay ninguna historia de ficción; no hay personajes de ficción en la novela. Solo se limita a poner en boca de los personajes históricos, palabras e intenciones imaginados.

    Cuando se trata de Historia hay que ser exquisitos con la verdad demostrada, que es lo que tiene de ciencia esta disciplina. Por eso mezclar historia y ficción es tan difícil. Y muy poquitos lo consiguen satisfactoriamente y con solvencia. En una buena novela histórica además de entretener, el lector sale agradablemente ilustrado con datos que conocía poco o que ignoraba. Cuando no se cumple ese rigor diferenciador, el lector sale confundido.

    Novela histórica se han escrito de muchos tipos, pero se podrían resumir en tres: O se utiliza la Historia como marco para recrear una historia ficticia en la que los personajes históricos aparecen como secundarios (Guerra y Paz, Los Episodios Nacionales). O se novela la historia partiendo de hechos contrastados añadiendo solo las palabras necesarias para hacerlo comprensible (María Antonieta, de Zweig). O, finalmente, se escribe un ensayo sobre un aspecto concreto de la historia. Por ejemplo, acaba de aparecer un libro de Sara Olivo, con su seudónimo más conocido de Marta Cibelina, “Los borbones y el sexo; de Felipe V a Felipe VI”. Muy oportuno si nos interesa saber sobre los chismes de alcoba de los egregios personajes.

    A mi entender, Ángeles Caso, muy documentada, trata de abarcar esas tres modalidades a la vez. Y con eso solo consigue quedarse a medias en los tres ámbitos. Por el subtítulo: “La historia de una mujer que quiso ser rey” (comercial, pero inexacto), suponemos que esa era la intención primigenia de Ángeles Caso: construir una narración con la historia de una mujer fuerte y con poder en un ambiente hostil. Una mujer inteligente, con la suficiente habilidad y constancia como para permitirle ocupar un lugar preeminente en la corte de Felipe V, cuando la mujer estaba designada a labores subsidiarias. Pero lo cierto es que el personaje queda difuminado y poco perfilado por entretenerse la autora en contarnos los chismes de la corte y paralelamente tratar de ilustrarnos con la historia europea del momento a modo de tratado. En mi opinión, la autora ha perdido la oportunidad de construir una buena biografía novelada en su contexto histórico de la princesa de los Ursinos, personaje femenino sin duda singular e interesante. Creo que a Ángeles Caso no la faltan ni los recursos técnicos ni la habilidad narrativa para eso. Por lo demás, el libro entretiene, que no es poca cosa en literatura.

    ResponderEliminar
  5. Ramón no encuentra unidad de criterio en la novela de Ángeles Caso Machicado. Además, dice que la ve “un poco tramposa” porque en ella no hay personajes de ficción. Yo digo lo mismo.

    Algo se me quedó en el tintero al escribir mi primer comentario. Cuando aparece el niño cantor, pensé que iba a ser el hilo conductor de la acción. Pero el niño se esfuma y se nos escamotea el porqué la autora lo ha traído a cuento. De haber sido este niño, ya crecido, el protagonista, el relato sí sería novela. De la forma que la autora lo ha publicado – un acúmulo de datos históricos y de su invención- este relato se parece mucho a una biografía simplista y ridiculizante.

    Por otra parte, las demasiadas alusiones a un burdo erotismo, acaban por hacernos pensar que están ahí para infamar, aún más, a los personajes históricos.

    J. Manuel León.
    20.XII-2021

    ResponderEliminar