Dice Juan Padilla que “la relectura de este libro nos permite comprobar cómo el tiempo erosiona las obras de los autores conocidos”. Eso da pie a considerar de paso cómo las segundas lecturas nos dan una nueva perspectiva, tanto para apreciar la evolución de los estilos literarios como para valorar, con el bagaje que nos ha dado el tiempo, el trasfondo de muchas ideas que en su momento no supimos ver.
El filo de la navaja es a primera vista una obra de tema intrascendente, que trata del devenir de unos protagonistas ociosos e improductivos. Pero es entretenida y amena. Su lectura se nos hace fácil porque está bien escrita y porque está bien estructurada, pero sobre todo porque la narración está concebida para que así sea: Empieza presentándose el narrador en primera persona advirtiendo con falsa modestia que la historia es de poca importancia. E interactúa con el lector para que no se pierda en ningún momento. Y eso es lo que hace a lo largo de todo el libro. A veces con una fingida ingenuidad como cuando le dice que ese capítulo se lo puede saltar sin perder el hilo de la trama (hará bien el lector de no hacerle caso porque ahí está lo más enjundioso del libro, aunque tenga razón en entender extemporánea esa parte con respecto al resto). Y como cuando al final se vuelve a hacer presente para despedirse y ofrecer por el mismo precio un final y el comentario del propio libro. Todo hecho.
Es verdad que ya no se escribe así. Hoy se le exige al lector que ponga más de su parte. Pero al releer ahora “El filo de la navaja”, además de volver a disfrutar de una placentera lectura, le descubrimos otras virtudes: Despliega un plantel de personajes bien perfilados con el suficiente contraste entre ellos como para permitir la visión certera del todo. El autor no hace juicios de valor, pero nos da las herramientas para despertar en nosotros el sentido crítico de la sociedad del momento. Apreciamos el paseo por el ambiente y la historia del París de entre guerras, lleno de referencias artísticas y literarias. Y, finalmente, agradecemos el pequeño tratado de filosofía oriental. Así que, finalmente, no está nada mal.
“El filo de la navaja” Comentario de RAFAELA LILLO
Amplio es el abanico de temas que brinda la lectura de “El filo de la navaja”, y muchas las perspectivas desde donde abordarla y comentarla. Es una novela rica en contenido y matices, con personajes bien construidos, cuya lectura plantea preguntas complejas. Pero no constituyen los temas el motivo de mi comentario, sino otro aspecto que me ha llamado la atención: la voz narrativa, es decir, la figura del narrador.
Distingamos el concepto de autor del de narrador. El autor es la persona que escribe la obra; el narrador es la voz que cuenta, que trasmite, la historia. Y es el autor, como creador y diseñador, el que decide quién va a ser el narrador y desde qué perspectiva lo va a hacer.
En esta novela se da una circunstancia particular: El autor es el narrador; un narrador testigo. Pero un testigo que forma parte de la historia. Un personaje que tiene una función dentro de ella y que la cuenta en primera persona, pero blandiendo su nombre real. Este artificio de utilizar su nombre y de constituirse en personaje conocedor de los hechos y dispuesto a contarlos es lo que le confiere un doble papel: el de narrador testigo y el de narrador editor. Es testigo porque conoce a los personajes, los observa, les pregunta, e interactúa con todos ellos; es editor porque va a escribir una novela para dar a conocer los hechos.
Confiesa el escritor que mantuvo una larga conversación nocturna con Larry, en una cafetería, durante la cual el joven le contó todo su proceso de búsqueda espiritual, y que esta conversación fue la que le indujo a escribir la historia y plasmarla en una novela: “a no ser por esta conversación quizá no hubiera considerado que valía la pena escribir el presente libro”.
Creo que es conveniente puntualizar y reflexionar acerca del papel que el escritor-personaje-narrador adquiere en la obra. En mi opinión, si Larry es el núcleo, el foco primordial, y su presencia es continua pese a no aparecer siempre en la escena, Maugham es un personaje clave. Es cierto que no se cuenta su vida, pero si vive la historia; y es también indiscutible el papel que representa como hilo conductor, como eje alrededor del cual giran todos los personajes para generar el cuerpo de la trama.
Es tanta la importancia que el escritor confiere a este álter ego narrador que, para identificarse más con él, le permite hacer comentarios de su propia vida, aunque estos no tengan relación con la historia, como ocurre cuando relata su viaje a Sevilla o cuando comenta: “Durante el curso de mi vida, me he encontrado en muchas situaciones extrañas. Más de una vez me he visto en peligro inmediato de muerte violenta. Más de una vez he tocado con las manos lo novelesco y aun lo he vivido…” Y se cita a sí mismo como escritor de prestigio o lo cita algún personaje. Así advierte Elliot a su hermana: “Maugham es un hombre discreto, Louisa, y no tienes por qué tener miedo de decirle cualquier cosa”. También me ha llamado la atención que el narrador se concede la licencia de adivinar algún pensamiento de los personajes, algo impropio del narrador testigo, y común en el narrador omnisciente: “Llegaron los huevos, y comenzamos a comer con gran apetito. Nos bebimos la cerveza. Ambos callábamos. Larry estaba pensando en lo que no me dijo, yo pensaba en él”.
Maugham escritor ha convertido a Maugham personaje en un narrador polifacético y original, vivo, cercano y creíble. Y opino que todas estas particularidades que caracterizan a la voz narrativa, son méritos que, añadidos a la riqueza temática; a la fuerza de los personajes; al estilo claro, directo, ágil y descriptivo; y al complejo andamiaje de la estructura, constituyen la razón de la popularidad de esta obra.
COMENTARIOS A LA NOVELA “EL FILO DE LA NAVAJA” R. Torres
Un filo,según la RAE, es la arista cortante de un objeto. Y,a su vez,una arista es la linea donde dos caras se unen;en el caso que nos ocupa, las de la hojas y el filo de la navaja. Eso es la descripción física. En la novela, el filo de la navaja es la metáfora de la estrecha frontera que separa aspectos existenciales contrarios. Aspectos contrarios más unidos de lo que parece-como un filo- y que a menudo no son percibidos de forma nítida. Podríamos mencionar muchos ejemplos. Algunos en la novela-caras de la navaja unidas por su filo -son:la verdad y la mentira; la hipocresía y la sinceridad; el egoísmo y la solidaridad; el amor y el odio, la riqueza y la pobreza, el aprecio y el desprecio;la moral universal y la moral de élite; la generosidad y la avaricia;la vida y la muerte. Y seguramente habrán más, dentro y fuera de la novela. Los personajes de la novela se mueven por una cara o por otra de la hoja de la navaja sin ser conscientes de ello, a veces remontan al filo,saltan al otro lado, o se cortan. Larry es consciente ello por el hecho catártico de la muerte de su amigo por salvarle a él la vida,una exaltación de la amistad y de la generosidad, pero podría ser que tanto él como su amigo hubiesen matado a otros en combate. Hay una referencia concreta al filo de la navaja: la que degüella a Sophie. La que por los manejos de Isabel, establecen las infortunadas circunstancias de Sophie para que un asesino la mate. Isabel ,como dice el narrador-autor, es la que ha degollado a Sophie. Isabel es la feliz,encantadora esposa y madre perfecta, pero por el otro lado, mezquina, malvada,celosa y en el fondo desgraciada por el amor de su vida que dejó escapar. Isabel y Gray,bien pensantes, comódamente instalados en la sociedad a costa de la pobreza de otros-por ejemplo los negros de su plantación. Pero también ellos están expuestos a la bancarrota y en el final abierto de la novela, quién sabe si el dinero y el ambiente de una sociedad mezquina les darán la felicidad. Elliot el viejo caballero aprecia a los que pertenecen a su grupo, pero desprecia a los de fuera. Al final muere sólo,abandonado por sus falsos amigos. El mismo autor,pese a su clarividencia narrativa, describe a los personajes de clase baja, camareros, criados, policías,etc, con desprecio y apenas visibles. Larry busca la verdad sin encontrarla y al final se convence que la verdad consiste en buscar la verdad. En realidad la pureza mística de la religión hindú,de elevada espiritualidad humana, contrasta con la miseria del pueblo y la enorme desigualdad de clases. Todos estos conceptos pueden trasladarse a la sociedad estadounidense, y al mundo entero. Al final el autor dice que todos los personajes han cumplido sus deseos, pero no dice como acabarán. Parece sugerir que nadie se libra del peligro de andar por el filo de la navaja. Al día de hoy vemos que prosperidad y pobreza,democracia y totalitarismo, creación y destrucción, son caras de la hoja de una navaja ,unidas por su filo, y nos podemos cortar.
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ResponderEliminar“El filo de la navaja” de Somerset Maugham
ResponderEliminarDice Juan Padilla que “la relectura de este libro nos permite comprobar cómo el tiempo erosiona las obras de los autores conocidos”. Eso da pie a considerar de paso cómo las segundas lecturas nos dan una nueva perspectiva, tanto para apreciar la evolución de los estilos literarios como para valorar, con el bagaje que nos ha dado el tiempo, el trasfondo de muchas ideas que en su momento no supimos ver.
El filo de la navaja es a primera vista una obra de tema intrascendente, que trata del devenir de unos protagonistas ociosos e improductivos. Pero es entretenida y amena. Su lectura se nos hace fácil porque está bien escrita y porque está bien estructurada, pero sobre todo porque la narración está concebida para que así sea: Empieza presentándose el narrador en primera persona advirtiendo con falsa modestia que la historia es de poca importancia. E interactúa con el lector para que no se pierda en ningún momento. Y eso es lo que hace a lo largo de todo el libro. A veces con una fingida ingenuidad como cuando le dice que ese capítulo se lo puede saltar sin perder el hilo de la trama (hará bien el lector de no hacerle caso porque ahí está lo más enjundioso del libro, aunque tenga razón en entender extemporánea esa parte con respecto al resto). Y como cuando al final se vuelve a hacer presente para despedirse y ofrecer por el mismo precio un final y el comentario del propio libro. Todo hecho.
Es verdad que ya no se escribe así. Hoy se le exige al lector que ponga más de su parte. Pero al releer ahora “El filo de la navaja”, además de volver a disfrutar de una placentera lectura, le descubrimos otras virtudes: Despliega un plantel de personajes bien perfilados con el suficiente contraste entre ellos como para permitir la visión certera del todo. El autor no hace juicios de valor, pero nos da las herramientas para despertar en nosotros el sentido crítico de la sociedad del momento. Apreciamos el paseo por el ambiente y la historia del París de entre guerras, lleno de referencias artísticas y literarias. Y, finalmente, agradecemos el pequeño tratado de filosofía oriental. Así que, finalmente, no está nada mal.
Ramón Madrigal
“El filo de la navaja”
ResponderEliminarComentario de RAFAELA LILLO
Amplio es el abanico de temas que brinda la lectura de “El filo de la navaja”, y muchas las perspectivas desde donde abordarla y comentarla. Es una novela rica en contenido y matices, con personajes bien construidos, cuya lectura plantea preguntas complejas. Pero no constituyen los temas el motivo de mi comentario, sino otro aspecto que me ha llamado la atención: la voz narrativa, es decir, la figura del narrador.
Distingamos el concepto de autor del de narrador. El autor es la persona que escribe la obra; el narrador es la voz que cuenta, que trasmite, la historia. Y es el autor, como creador y diseñador, el que decide quién va a ser el narrador y desde qué perspectiva lo va a hacer.
En esta novela se da una circunstancia particular: El autor es el narrador; un narrador testigo. Pero un testigo que forma parte de la historia. Un personaje que tiene una función dentro de ella y que la cuenta en primera persona, pero blandiendo su nombre real. Este artificio de utilizar su nombre y de constituirse en personaje conocedor de los hechos y dispuesto a contarlos es lo que le confiere un doble papel: el de narrador testigo y el de narrador editor. Es testigo porque conoce a los personajes, los observa, les pregunta, e interactúa con todos ellos; es editor porque va a escribir una novela para dar a conocer los hechos.
Confiesa el escritor que mantuvo una larga conversación nocturna con Larry, en una cafetería, durante la cual el joven le contó todo su proceso de búsqueda espiritual, y que esta conversación fue la que le indujo a escribir la historia y plasmarla en una novela: “a no ser por esta conversación quizá no hubiera considerado que valía la pena escribir el presente libro”.
Creo que es conveniente puntualizar y reflexionar acerca del papel que el escritor-personaje-narrador adquiere en la obra. En mi opinión, si Larry es el núcleo, el foco primordial, y su presencia es continua pese a no aparecer siempre en la escena, Maugham es un personaje clave. Es cierto que no se cuenta su vida, pero si vive la historia; y es también indiscutible el papel que representa como hilo conductor, como eje alrededor del cual giran todos los personajes para generar el cuerpo de la trama.
Es tanta la importancia que el escritor confiere a este álter ego narrador que, para identificarse más con él, le permite hacer comentarios de su propia vida, aunque estos no tengan relación con la historia, como ocurre cuando relata su viaje a Sevilla o cuando comenta: “Durante el curso de mi vida, me he encontrado en muchas situaciones extrañas. Más de una vez me he visto en peligro inmediato de muerte violenta. Más de una vez he tocado con las manos lo novelesco y aun lo he vivido…” Y se cita a sí mismo como escritor de prestigio o lo cita algún personaje. Así advierte Elliot a su hermana: “Maugham es un hombre discreto, Louisa, y no tienes por qué tener miedo de decirle cualquier cosa”.
También me ha llamado la atención que el narrador se concede la licencia de adivinar algún pensamiento de los personajes, algo impropio del narrador testigo, y común en el narrador omnisciente: “Llegaron los huevos, y comenzamos a comer con gran apetito. Nos bebimos la cerveza. Ambos callábamos. Larry estaba pensando en lo que no me dijo, yo pensaba en él”.
Maugham escritor ha convertido a Maugham personaje en un narrador polifacético y original, vivo, cercano y creíble. Y opino que todas estas particularidades que caracterizan a la voz narrativa, son méritos que, añadidos a la riqueza temática; a la fuerza de los personajes; al estilo claro, directo, ágil y descriptivo; y al complejo andamiaje de la estructura, constituyen la razón de la popularidad de esta obra.
Rafaela Lillo
COMENTARIOS A LA NOVELA “EL FILO DE LA NAVAJA” R. Torres
ResponderEliminarUn filo,según la RAE, es la arista cortante de un objeto. Y,a su vez,una arista es la linea donde dos caras se unen;en el caso que nos ocupa, las de la hojas y el filo de la navaja. Eso es la descripción física. En la novela, el filo de la navaja es la metáfora de la estrecha frontera que separa aspectos existenciales contrarios. Aspectos contrarios más unidos de lo que parece-como un filo- y que a menudo no son percibidos de forma nítida. Podríamos mencionar muchos ejemplos. Algunos en la novela-caras de la navaja unidas por su filo -son:la verdad y la mentira; la hipocresía y la sinceridad; el egoísmo y la solidaridad; el amor y el odio, la riqueza y la pobreza, el aprecio y el desprecio;la moral universal y la moral de élite; la generosidad y la avaricia;la vida y la muerte. Y seguramente habrán más, dentro y fuera de la novela.
Los personajes de la novela se mueven por una cara o por otra de la hoja de la navaja sin ser conscientes de ello, a veces remontan al filo,saltan al otro lado, o se cortan. Larry es consciente ello por el hecho catártico de la muerte de su amigo por salvarle a él la vida,una exaltación de la amistad y de la generosidad, pero podría ser que tanto él como su amigo hubiesen matado a otros en combate.
Hay una referencia concreta al filo de la navaja: la que degüella a Sophie. La que por los manejos de Isabel, establecen las infortunadas circunstancias de Sophie para que un asesino la mate. Isabel ,como dice el narrador-autor, es la que ha degollado a Sophie. Isabel es la feliz,encantadora esposa y madre perfecta, pero por el otro lado, mezquina, malvada,celosa y en el fondo desgraciada por el amor de su vida que dejó escapar.
Isabel y Gray,bien pensantes, comódamente instalados en la sociedad a costa de la pobreza de otros-por ejemplo los negros de su plantación. Pero también ellos están expuestos a la bancarrota y en el final abierto de la novela, quién sabe si el dinero y el ambiente de una sociedad mezquina les darán la felicidad.
Elliot el viejo caballero aprecia a los que pertenecen a su grupo, pero desprecia a los de fuera. Al final muere sólo,abandonado por sus falsos amigos.
El mismo autor,pese a su clarividencia narrativa, describe a los personajes de clase baja, camareros, criados, policías,etc, con desprecio y apenas visibles.
Larry busca la verdad sin encontrarla y al final se convence que la verdad consiste en buscar la verdad. En realidad la pureza mística de la religión hindú,de elevada espiritualidad humana, contrasta con la miseria del pueblo y la enorme desigualdad de clases.
Todos estos conceptos pueden trasladarse a la sociedad estadounidense, y al mundo entero.
Al final el autor dice que todos los personajes han cumplido sus deseos, pero no dice como acabarán. Parece sugerir que nadie se libra del peligro de andar por el filo de la navaja.
Al día de hoy vemos que prosperidad y pobreza,democracia y totalitarismo, creación y destrucción, son caras de la hoja de una navaja ,unidas por su filo, y nos podemos cortar.