Comentarios a la novela Dr. Glass. Como el personaje principal es un médico, y este hace mención al Juramento Hipocrático, lo transcribo aquí para quien no lo conozca. Juro por Apolo, médico, por Asclepio, Higia y Panacea y pongo por testigo a todos los dioses y todas las diosas, que me obligo a cumplir fielmente, según mi leal saber y entender, este juramento y compromiso: Venerar como a mi padre a quien me enseñó este arte, compartir con él mis bienes y asistirles en sus necesidades; considerar a sus hijos como hermanos míos, enseñarles este arte gratuitamente si quieren aprenderlo; comunicar los preceptos vulgares y las enseñanzas secretas y todo lo demás de la doctrina a mis hijos y a los hijos de mis maestros, y a todos los alumnos comprometidos y que han prestado juramento, según costumbre, pero a nadie más. En cuanto pueda y sepa, usaré las reglas dietéticas en provecho de los enfermos y apartaré de ellos todo daño e injusticia. Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura. No tallaré cálculos sino que dejaré esto a los cirujanos especialistas. En cualquier casa que entre, lo haré para bien de los enfermos, apartándome de toda injusticia voluntaria y de toda corrupción, principalmente de toda relación vergonzosa con mujeres y muchachos, ya sean libres o esclavos. Todo lo que vea y oiga en el ejercicio de mi profesión, y todo lo que supiere acerca de la vida de alguien, si es cosa que no debe ser divulgada, lo callaré y lo guardaré con secreto inviolable. Si el juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más remota posterioridad. Pero si soy transgresor y perjuro, avéngame lo contrario.
De este juramento, en el caso que del Dr. Glas, nos interesa el artículo que dice: “Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo”. Si el Dr. Glass proporciono las píldoras a Gregorius, no solamente es perjuro, es sobre todo un asesino. Y estos son los hechos pelados. Después, atenuantes y agravantes. Pero la ley es ley, y con este nombre denomina a quien mata a otro voluntariamente. El Dr. Glass: da un veneno como si fuera un medicamento. Incluso hay un agravante: se sirve de sus conocimientos médicos para simular una muerte natural. Pero el Dr. Glass es mucho más. Es sobre todo un hombre infeliz que vive en atroz soledad. Perdió la familia. Su padre le pegaba, simplemente porque desde niño no se comportaba como él quería. Y, a causa de las rarezas de su carácter, no tuvo amigos, ni confidentes, ni siquiera preceptores, que corrigieran estos graves defectos. Es inteligente y, por tanto, consciente, de lo que le sucede. Tira adelante haciendo cada día mayor la distancia entre él y su entorno. Para colmo, acepta que “la parte inconsciente de nuestro ser es mil veces más poderosa que la consciente y es la que decide.” Así, por un amor, digamos platónico, por conmiseración, por asco...perpetra un crimen horroroso. Y lo concibe con tiempo, desdoblando racionalmente en su interior dos personalidades, la una, consciente; la otra, impulsiva, engañándose a sí mismo con argumentos claramente arrebatados. Como todos los solitarios de cultura superior, adopta una postura contemplativa ante la naturaleza y sus cambios y ante el ser humano y su trasfondo. Y, por los pensamientos que escribe en la novela, con lenguaje claro, conciso, diríamos bello, nos deja ver la excelencia de su sensibilidad y su inteligencia. Creo que la lectura de esta novela a nadie deja indiferente y quedará probablemente incorporada a la memoria de muchos de nosotros. Esto me parece, porque a cuantas personas se la he recomendado, me han manifestado, después de su lectura, su opinión muy favorable. J.M.León. Alicante. 15-I-2017.
Comentarios a la novela Dr. Glass.
ResponderEliminarComo el personaje principal es un médico, y este hace mención al Juramento Hipocrático, lo transcribo aquí para quien no lo conozca.
Juro por Apolo, médico, por Asclepio, Higia y Panacea y pongo por testigo a todos los dioses y todas las diosas, que me obligo a cumplir fielmente, según mi leal saber y entender, este juramento y compromiso:
Venerar como a mi padre a quien me enseñó este arte, compartir con él mis bienes y asistirles en sus necesidades; considerar a sus hijos como hermanos míos, enseñarles este arte gratuitamente si quieren aprenderlo; comunicar los preceptos vulgares y las enseñanzas secretas y todo lo demás de la doctrina a mis hijos y a los hijos de mis maestros, y a todos los alumnos comprometidos y que han prestado juramento, según costumbre, pero a nadie más.
En cuanto pueda y sepa, usaré las reglas dietéticas en provecho de los enfermos y apartaré de ellos todo daño e injusticia.
Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.
No tallaré cálculos sino que dejaré esto a los cirujanos especialistas.
En cualquier casa que entre, lo haré para bien de los enfermos, apartándome de toda injusticia voluntaria y de toda corrupción, principalmente de toda relación vergonzosa con mujeres y muchachos, ya sean libres o esclavos.
Todo lo que vea y oiga en el ejercicio de mi profesión, y todo lo que supiere acerca de la vida de alguien, si es cosa que no debe ser divulgada, lo callaré y lo guardaré con secreto inviolable.
Si el juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más remota posterioridad. Pero si soy transgresor y perjuro, avéngame lo contrario.
De este juramento, en el caso que del Dr. Glas, nos interesa el artículo que dice:
“Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo”.
Si el Dr. Glass proporciono las píldoras a Gregorius, no solamente es perjuro, es sobre todo un asesino. Y estos son los hechos pelados.
Después, atenuantes y agravantes. Pero la ley es ley, y con este nombre denomina a quien mata a otro voluntariamente.
El Dr. Glass: da un veneno como si fuera un medicamento.
Incluso hay un agravante: se sirve de sus conocimientos médicos para simular una muerte natural.
Pero el Dr. Glass es mucho más. Es sobre todo un hombre infeliz que vive en atroz soledad.
Perdió la familia. Su padre le pegaba, simplemente porque desde niño no se comportaba como él quería. Y, a causa de las rarezas de su carácter, no tuvo amigos, ni confidentes, ni siquiera preceptores, que corrigieran estos graves defectos.
Es inteligente y, por tanto, consciente, de lo que le sucede.
Tira adelante haciendo cada día mayor la distancia entre él y su entorno.
Para colmo, acepta que “la parte inconsciente de nuestro ser es mil veces más poderosa que la consciente y es la que decide.”
Así, por un amor, digamos platónico, por conmiseración, por asco...perpetra un crimen horroroso. Y lo concibe con tiempo, desdoblando racionalmente en su interior dos personalidades, la una, consciente; la otra, impulsiva, engañándose a sí mismo con argumentos claramente arrebatados.
Como todos los solitarios de cultura superior, adopta una postura contemplativa ante la naturaleza y sus cambios y ante el ser humano y su trasfondo. Y, por los pensamientos que escribe en la novela, con lenguaje claro, conciso, diríamos bello, nos deja ver la excelencia de su sensibilidad y su inteligencia.
Creo que la lectura de esta novela a nadie deja indiferente y quedará probablemente incorporada a la memoria de muchos de nosotros.
Esto me parece, porque a cuantas personas se la he recomendado, me han manifestado, después de su lectura, su opinión muy favorable.
J.M.León.
Alicante. 15-I-2017.
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